En una reciente noticia, se informó que casi 900 mil mypes tienen problemas de sobreendeudamiento, lo que pone de relieve la fragilidad del crecimiento de este segmento, pero también manifiesta que el seguimiento de la salud financiera de los negocios es pasado por alto en el caso de un grupo importante de micro y pequeñas empresas.
Esto no deja de tener sentido, pues todo emprendimiento nace con la visión, dirección y energía de una persona, el emprendedor, quien en el caso general, concentra habilidades empresariales en este orden (de mayor a menor):
Esto no deja de tener sentido, pues todo emprendimiento nace con la visión, dirección y energía de una persona, el emprendedor, quien en el caso general, concentra habilidades empresariales en este orden (de mayor a menor):
A esto se añade que el primer objetivo de una empresa que nace de este modo es lograr ventas y que éstas sean crecientes en el tiempo. Hasta que llegan las primeras crisis debido al crecimiento y surge la disyuntiva entre tomar financiamiento o autofinanciarse. |
En nuestra experiencia hemos encontrado que, en esta etapa, la visión de largo plazo suele ser menos riesgosa que el apostar por un crecimiento explosivo que a veces tarda en llegar. Podríamos resumir que el perfil de micro empresa que suele perdurar en el tiempo y atravesar exitosamente su etapa de crecimiento es el siguiente:
También sucede que aún con este perfil suceden imprevistos, como una contracción inesperada en la demanda, o retrasos en el pago por parte de grandes clientes (corporativos, retail, etc.). Y aquí es donde cobra importancia el seguimiento al flujo de caja de la empresa, con el fin de poder sensibilizar y anticiparse a cualquier situación que ponga en riesgo el cumplimiento de las obligaciones financieras.
En resumen, el crecimiento en las micro y pequeñas empresas es muy deseable, pero deben tener una base sólida (internamente y en el mercado) para poder iniciar esta etapa y ser conscientes que el monitoreo de sus finanzas pasará a ser una actividad necesaria que se debe llevar con la mayor disciplina posible.
- Empieza con su propio capital y se expande en base a su calidad de producto/servicio y una correcta identificación de su mercado objetivo.
- Su mercado crece orgánicamente, es decir, sus clientes son su principal fuente de publicidad y ello le permite realizar pequeñas inversiones que pueden soportar este crecimiento.
- Son aversas a las apuestas (que no es lo mismo que ser averso al riesgo). Primero se consolidan en el manejo del negocio a su escala pero no se lanzan a ciegas con grandes inversiones, sino que buscan el mejor modo de asegurar una demanda que les permita crecer en tamaño y estabilizarse luego en ese nuevo nivel.
- Financian activos directamente relacionados con la venta, es decir, priorizan (muchas veces intuitivamente) el retorno del monto por el que van a tomar un préstamo. Y este punto es clave para luego poder repagar el crédito.
También sucede que aún con este perfil suceden imprevistos, como una contracción inesperada en la demanda, o retrasos en el pago por parte de grandes clientes (corporativos, retail, etc.). Y aquí es donde cobra importancia el seguimiento al flujo de caja de la empresa, con el fin de poder sensibilizar y anticiparse a cualquier situación que ponga en riesgo el cumplimiento de las obligaciones financieras.
En resumen, el crecimiento en las micro y pequeñas empresas es muy deseable, pero deben tener una base sólida (internamente y en el mercado) para poder iniciar esta etapa y ser conscientes que el monitoreo de sus finanzas pasará a ser una actividad necesaria que se debe llevar con la mayor disciplina posible.